Los Niños es una película retorcida como pocas que también logra asustar de una manera poco usual no solo por la historia sino por una estética que se ve muy poco hoy en día en el cine de terror.
La película trata sobre una reunión de navidad que sale mal, como en muchas otras tramas de terror los protagonistas están aislados, pero a diferencia de muchas los protagonistas son una pareja de familias normales que sólo quieren pasar juntos una fecha especial (en lugar de adolescente hormonalmente inestables). La primera media hora se pasa lento tocando un par de dramas irrelevantes que preparan el terreno para un giro violento e inesperado: una extraña enfermedad está atacando a los niños convirtiéndolos en máquinas asesinas. El desencadenante de la locura, la excusa para que toda la trama se desarrolle, es que los adultos difícilmente sospecharían de los niños y mucha gente del público no entiende eso, la crítica fácil es preguntarse «¿qué tanto daño puede hacer un niño?», el asunto es que los adultos están indefensos, no por una debilidad física (cómo los adolescente que se enfrentan a Jason), sino por una incapacidad psicológica de enfrentarse a niños que además con sus hijos o sobrinos.
La película usa una estética única que le da un aspecto escalofriante, adicionalmente el ritmo y la narrativa nunca se ven sacrificadas por la sangre o el gore (que los hay en justas proporciones), en definitiva es una buena película pero retorcida como pocas, muy en la línea de otros buenos productos del cine de terror británico como Exterminio o El Descenso.
Esquina Dorsal 
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